Si crees que los parásitos intestinales no están muy extendidos, estás cometiendo un grave error.
Los parásitos intestinales pueden transmitirse ingiendo sus huevos, tal vez alimentándose de carnes crudas o poco cocidas o entrando en contacto con animales que ya están afectados. Según la Organización Mundial de la Salud, de hecho, hay al menos 3.000 millones de personas que sufren de este problema y no todas viven en países pobres.
Las principales especies parasitarias que se encuentran en los intestinos incluyen Nematodos (ascaridos, oxígenos, analostomes) y cestas (tenies y botriocephalus). Pero también hay otras condiciones que pueden aumentar el riesgo de contraer parásitos intestinales, como visitar áreas con saneamiento deficiente, tener un sistema inmunitario débil.
Los parásitos intestinales evitan que los alimentos que comemos sean absorbidos adecuadamente por el cuerpo, así como evitar la eliminación adecuada de las toxinas liberadas en el torrente sanguíneo. Las infecciones graves pueden causar oclusión intestinal que impide que los alimentos, líquidos y gases fluyan normalmente. Y mientras nuestro organismo trata de protegerse activando el sistema inmunológico, hay inflamaciones molestas en nuestro cuerpo.
Estos son algunos síntomas que pueden revelar la presencia de parásitos intestinales.
- El deseo excesivo de comida o, por el contrario, la pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Dolor de estómago
- Estreñimiento, diarrea u otros síntomas del síndrome del intestino irritable
- Fluctuaciones del azúcar en la sangre
- Trastornos de la piel, como picazón aguda alrededor del recto y otras partes del cuerpo, erupciones cutáneas
- Ansiedad y depresión
- Trastornos del sueño
- Dolor muscular o articular
- Fatiga y fatiga
- Deficiencia de hierro o anemia
- Trastornos del sistema inmunitario con demasiadas infecciones bacterianas, fúngicas o virales
- Disminución del deseo sexual
- Sangre en las heces
- Náuseas o vómitos
Cómo tratar los parásitos intestinales
El tratamiento para deshacerse de las infecciones parasitarias intestinales se puede llevar a cabo a través de medicamentos tradicionales o a través del uso de remedios alternativos.
Los remedios naturales incluyen:
- tratamientos a base de hierbas. Los más comunes incluyen: ajo, anís, nueces negras, menta, clavo de olor, orégano, tomillo y hojas de olivo;
- probióticos: Lactobacillus acidophilus, Lactobacilus plantarum, Saccharomyces boulardii, y bifidobacterias ayudan a mantener el sistema digestivo saludable, desalentar los parásitos;
- vitamina C que apoya el sistema inmunológico;
- zinc: útil para ayudar al sistema inmunitario y para curar las úlceras estomacales;
- Remedios homeopáticos que pueden incluir: Índigo, Spigelia, Podophyllum, Cuprum oxidatum nigrum, Teucrium, Sabadilla, Stanum.
Dieta y estilo de vida adecuados
Además, sería bueno incluir alimentos en su dieta como ajo crudo, cebolla, semillas de calabaza, piña, zanahorias, remolacha y granadas, que pueden proporcionar ayuda adicional para matar parásitos. También son útiles los alimentos ricos en vitamina A que ayuda a aumentar la resistencia a los parásitos.
También evita los carbohidratos simples, como alimentos refinados, jugos y azúcares azucarados, café y licores. Beba mucha agua para ayudar a la eliminación fecal.
No subestime, entonces, el poder de los clavos que por sus propiedades antisépticas y antibacterianas, ayudan a erradicar los parásitos intestinales. Para ser utilizado en forma de infusiones o aceite esencial.
Para prevenir infecciones es importante lavarse bien las manos y mantener buenos hábitos de higiene. Si viajas al extranjero, también presta atención a la calidad del agua potable y la higiene de los alimentos que comes y recuerda lavar bien las frutas y verduras.