Ojo de perdiz: qué es y cómo hacerlo desaparecer con remedios naturales.
El ojo dela perdiz puede parecerse a una especie de callo que se forma en el pie, por lo general, debajo de la planta, por encima, o entre los dedos.
Es una acumulación de piel que se vuelve molesta y dolorosa, también debido a la fricción con el calzado. Y el calzado es una de las causas que puede conducir a su formación.
Al principio, cuando aparece, el ojo de perdiz no puede causar ninguna perturbación. Las primeras advertencias son cuando, subiendo o continuando frotando contra los zapatos, la parte se inflama y comienza a doler.
Dijimos que una de las razones más comunes que conduce a la formación del ojo de perdiz es el uso de calzado estrecho o rígido. Típicamente, su formación depende de la reacción de fricción entre la piel del pie y la tela de los zapatos.
En la mayoría de los casos, el ojo de perdiz puede desaparecer después de unas semanas. Por supuesto, es necesario que para desaparecer sigas algunas precauciones, tales como: evitar usar zapatos ajustados que continúen fricción con la pieza, insertar flops de goma entre los dedos y mantener la piel seca y limpia. Esta última precaución es muy importante, porque el ojo de perdiz también podría infectarse.
Además de estas pequeñas medidas, existen algunos remedios naturales que nos pueden ayudar a acelerar la desaparición de esta molesta y dolorosa imperfección antiestética.
Una de las soluciones más comunes es hacer baños de pies calientes, unos veinte minutos, con la ayuda de sales de Epsom. Como sabemos, las sales de Epsom tienen varias propiedades y, en este caso, pueden ayudar a suavizar la pieza. Una piel más suave y limpia se puede raspar con una piedra de cal o piedra pómez.
Al secar el pie, recuerde no frotar con el paño, para evitar empeorar la situación: simplemente haga bien.
Otro remedio natural útil para tratar los problemas de la piel, incluyendo también el ojo de perdiz, es el aloe vera. Aplicar gel de aloe vera en la parte: ayudará a calmar la molestia y suavizarla.
Por último, intenta lavarte los pies varias veces al día, desempolvándolos con almidón de maíz.
Ah, el último consejo: mantén tus zapatos lo menos posible y mantén el pie al aire libre.
Si ves que la situación no mejora, contacta con un podólogo,que te aconsejará la solución adecuada para adoptar.
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