Las fases de la luna son capaces de influir en nuestro estado de ánimo. Por otro lado, está científicamente demostrado que la luna afecta nuestro ciclo de sueño, un aspecto fundamental de nuestras vidas, que tiene la capacidad de cambiar nuestro estado de ánimo. Si no fuera así, no habría un adjetivo ‘lunático’, ¿verdad? Beat a un lado, Mark Filippi, un quiropráctico y experto en neurociencia americana, explicó hace algún tiempo el vínculo entre la posición de la luna en relación con la tierra y nuestros cuatro neurotransmisores clave: serotonina, dopamina, acetilcolina y norepinefrina.
Las fases de la luna y la revolución alrededor de la órbita de la Tierra
La luna orbita la Tierra a una distancia media de 382.400 kilómetros. Para hacer su órbita la luna tarda 29,53 días, este camino venie llamado por el nombre de mes lunar. Durante estos días la Luna pasa por todas sus fases. Durante estas fases es posible notar los cambios de la luna, incluso a simple vista. Y cada uno de ellos.corresponde a un cambio en nuestro estado de ánimo o en nuestro estado de ánimo. El calendario gregoriano, es decir, lo que usamos tácitamente en todo el mundo se basa en las Fases Lunares y la posición de la Luna en el cielo
Durante las fases lunares, el movimiento de la revolución de la Luna cambia no sólo su parte visible, sino también su posición en el cielo en relación con el fondo de las estrellas.
Luna Nueva
En la primera fase del calendario lunar, cuando la luna no es visible en nuestros cielos,la acetilcolina es el neurotransmisor predominante en nuestro cerebro.
Esto significa que las personas durante la primera semana del ciclo lunar.son más sensibles de lo habitual. Según Mark FIlippi, en estos días debemos dedicarnos a actividades grupales, ya que estamos sometidos a grandes dosis de energía y empatía,pero al mismo tiempo tenemos una mala capacidad de concentración. También podría ser un buen momento para pensar en nuevas ideas.
La acetilcolina se asocia típicamente con la memoria y el aprendizaje: utilizar este período para estudiar o aprender cosas nuevas.
Luna creciente
Cuando estamos en la fase de la luna creciente,en cambio, tomar el puesto de mando es serotonina. Este período también está marcado por una fuerte carga de energía: el cerebro trabaja con creatividad y concentración. En este período, las actividades grupales deben evitarse: es el tiempo de introspección y reflexión, que puede conducir a momentos de gran iluminación y satisfacción personal.
Sin embargo, hay que tener cuidado: los momentos de decepción y depresión.podrían estar a la vuelta de la esquina.
Luna llena
Cuando hay luna llena, es hora de profundizar nuestras relaciones interpersonales: es el momento en que somos más empáticos, somos capaces de entender mejor a las personas, tanto las que están cerca de nosotros todos los días, como nuevos conocimientos.
Es el período de la dopamina,un neurotransmisor asociado con el placer y la emoción: por lo tanto puede ser muy rentable dedicarse a momentos de distracción y entretenimiento durante esta semana.
Luna menguante
Finalmente, llegamos al último paso de las fases lunares: la luna menguante.
En esta última semana es la noradrenalina que toma el control y no es una buena noticia. De hecho, es el momento más crítico del mes: estamos en un estado de defensa constante, como si algo nos amenazase desde fuera. Es un momento en el que tendemos a ser más agresivos y emocionalmente frágiles. Es como algo “muriendo” junto con la luna en nosotros, y nos sentimos más vulnerables de lo habitual.
La luna de hoy y la luna agrícola
Como hemos visto hoy, la luna tiene una gran influencia en nuestras elecciones diarias: si pensabas que el calendario lunar sólo era útil para los agricultores,¡te equivocaste!
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